Luis Susanibar Napuri - Doctoralia.pe

Se puede usar testosterona si tienes cáncer de próstata.

Terapia de reemplazo de testosterona en pacientes con cáncer de próstata en vigilancia activa: nueva evidencia y perspectivas clínicas




La vigilancia activa (VA) representa una estrategia terapéutica conservadora indicada en casos de cáncer de próstata localizado y de bajo riesgo. Su enfoque se centra en el seguimiento estrecho del paciente mediante pruebas periódicas como el antígeno prostático específico (PSA), tacto rectal, resonancia magnética multiparamétrica y biopsias, con el objetivo de identificar precozmente cualquier signo de progresión tumoral. Este abordaje permite evitar o retrasar tratamientos definitivos como la cirugía o la radioterapia, reduciendo así el riesgo de efectos adversos como la disfunción eréctil y la incontinencia urinaria. Cabe destacar que el cáncer de próstata afecta aproximadamente a uno de cada seis hombres a lo largo de su vida.


Dentro de esta población, el hipogonadismo —caracterizado por niveles reducidos de testosterona— es una condición clínica frecuente, especialmente en varones mayores de 45 años, donde su prevalencia alcanza hasta un 40 %. El tratamiento habitual para esta condición es la terapia de reemplazo de testosterona (TRT). Sin embargo, su indicación en pacientes con diagnóstico de cáncer de próstata ha sido tradicionalmente evitada por el temor a estimular el crecimiento tumoral a través del incremento de los niveles androgénicos.


No obstante, investigaciones recientes han cuestionado esta perspectiva, proponiendo el modelo de saturación androgénica. Esta teoría sugiere que los receptores de andrógenos alcanzan una saturación funcional a partir de un umbral de testosterona sérica (alrededor de 240–250 ng/dl), por encima del cual un aumento adicional no promovería mayor actividad celular tumoral. Incluso se ha postulado que niveles bajos de testosterona podrían asociarse con una evolución desfavorable de la enfermedad.


Con el objetivo de explorar esta hipótesis, entre 2009 y 2023, un grupo de investigadores del Departamento Scott de Urología del Baylor College of Medicine (Texas, EE. UU.) evaluó la seguridad y efectos de la TRT en pacientes con cáncer de próstata sometidos a vigilancia activa. Además, buscaron aportar evidencia sobre la viabilidad de este tratamiento en un contexto clínico aún poco explorado.


El estudio incluyó a 43 hombres con una edad media de 62 años, quienes recibieron TRT por un periodo mínimo de 12 meses, con una duración media de seguimiento de 73 meses. De ellos, 32 (74,4 %) completaron el estudio, cinco (11,6 %) suspendieron la terapia por decisión personal, tres (7 %) interrumpieron el tratamiento tras evidenciar progresión tumoral y uno (2,3 %) abandonó el protocolo por causas médicas no relacionadas.


Antes del inicio de la TRT, la testosterona sérica media era de 272 ng/dl. Tras la terapia, aumentó a una media de 578,5 ng/dl. Siete pacientes (16,3 %) presentaban niveles basales por debajo del umbral de saturación androgénica (250 ng/dl). Tras iniciar el tratamiento, todos los participantes alcanzaron niveles superiores a 300 ng/dl, considerados dentro del rango fisiológico normal.


En cuanto al PSA, la mediana inicial fue de 2,8 ng/ml, mientras que tras la administración de TRT disminuyó ligeramente a 2,6 ng/ml, sin diferencias clínicamente significativas. No obstante, en siete pacientes (16,3 %) se detectó un incremento de PSA ≥1 ng/ml, tres de los cuales ya presentaban niveles elevados de PSA al inicio (≥3,5 ng/ml), lo que podría sugerir un mayor riesgo de progresión en pacientes con PSA basal elevado, de acuerdo con el modelo de saturación.


Los datos histopatológicos post-TRT estuvieron disponibles en 15 pacientes. En 12 de ellos (80 %) no se evidenció progresión tumoral tras un promedio de 44 meses de seguimiento. Tres pacientes (20 %) sí mostraron progresión, con una media de 79,5 meses. Dos casos (13,3 %) presentaron biopsias benignas a los 9 meses, uno de los cuales se mantuvo con tejido sano tras 12 años de TRT.


Reflexión final


Los resultados del estudio respaldan la hipótesis de la saturación androgénica, al demostrar que en pacientes con niveles de testosterona superiores al umbral propuesto, la progresión tumoral fue mínima o nula. En cambio, aquellos con niveles basales bajos fueron los más propensos a mostrar aumentos en PSA tras iniciar TRT. Estos hallazgos invitan a reconsiderar la indicación de terapia hormonal en pacientes seleccionados con cáncer de próstata en vigilancia activa, abriendo nuevas posibilidades terapéuticas y consolidando una visión más individualizada del manejo clínico.



Dr. Luis Susaníbar Napurí
Especialista en Urología y Medicina Sexual
Contactos:
http://urologiaperuana.blogspot.com/      
Consultas: 511 3324009  /  Móvil:  (+51)989662887
Av. Brasil 935. J. María. 
www.urologiaperuana.com

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Historias de la vida real: heridas en el pene

Manchas blancas en el pene

Todos los vpideos sobre prótesis