Luis Susanibar Napuri - Doctoralia.pe

Tratamiento del herpes genital

Hemos escrito con anticipación sobre esta enfermedad y han sido varias las preguntas que nos han hecho al respecto del tratamiento de el herpes genital. Líneas abajo comentamos al respecto.
Curando el Herpes genital
El herpes genital es una enfermedad (o infección) de transmisión sexual muy frecuente y lamentablemente estimado lector, incurable. Las lesiones vesiculares que producen son dolorosas y limitantes, el paciente (o la paciente) muchas veces se aislan, no deseando el contacto íntimo y entrando en episodios de depresión y angustia, en los cuales es frecuente encontrar sentimientos de culpa muy intensos.
Si bien hemos ya publicado al respecto de esta enfermedad causada por el Virus del Herpes (VHS) nos animamos a ampliar la información sobre el tratamiento.

Cómo funcionan las medicinas contra el herpes?
La mayoría de los antivirales en realidad no matan a las partículas del virus sino inhiben su reproducción al interferir con el proceso de infección, dado que los virus no se pueden reproducir sin infectar a la célula huésped. Esta interferencia se puede lograr de diferentes maneras,
ya sea bloqueando al virus de la célula a la que ingresan, para prevenir que este libere su información genética cuando ingrese al núcleo, y evitar que la información genética del virus se deslice dentro del ADN de la célula huésped.
Ya sea bloqueando a las enzimas y proteínas usadas por la célula huésped infectada para evitar que funcionen correctamente y que creen nuevas partículas de virus. Tales antivirales se deben diseñar cuidadosamente para que no interfieran con el metabolismo de la célula saludable.
Ya sea aumentado la eficacia con la que el sistema inmune del huésped puede combatir la infección viral.

Los fármacos que más recomiendo para el tratamiento de las lesiones herpéticas son los antiretrovirales, de ellos selecciono tres: acivlovir, valaciclovir y famciclovir.

Cómo tratar el herpes genital?
Debemos saber que el herpes puede presentarsede dos maneras:
  1. La primoinfección, que es la primera infección de herpes que tiene la persona
  2. Las recaídas 
Tratamiento de la primera infección por herpes
La mayorría de las veces el herpes al inicio no da síntomas.
En el caso del herpes genital primario sintomático vemos que se presenta por lo general una semana después del contacto con el virus, aunque puede aparecer entre 2 días y 3 semanas después del contagio. Entre 12 y 24 horas antes de la aparición de las lesiones cutáneo-mucosas aparecen pródromos a modo de hipoestesias o disestesias (prurito, quemazón, dolor, etc.). Al no existir inmunidad previa, las manifestaciones clínicas iniciales habituales consisten en la aparición de pápulas y vesículas, que evolucionan de forma rápida a erosiones y úlceras en gran número, con contornos policíclicos, y generalmente rodeadas por un halo eritematoso y asociadas con intenso dolor. Las lesiones genitales se acompañan habitualmente de linfadenopatías inguinales dolorosas, y en ocasiones de clínica sistémica como fiebre y mialgias. La primoinfección herpética sintomática es más frecuente en el sexo femenino, y las manifestaciones clínicas suelen ser más graves que en los varones. Sin tratamiento las lesiones suelen curar espontáneamente en menos de 4 semanas. El riesgo de contagio se prolonga hasta la curación completa de las lesiones.
El esquema terapéutico utilizado lo mostramos en la Tabla 1; a continuación
Tratamiento de las recaídas
Una vez que se ha producido la infección primaria, el virus permanece en un estado latente en los ganglios sensitivos sacros. Las recurrencias del herpes genital se producen por una reactivación de esta infección latente, que se ve favorecida por factores como la fiebre, el estrés o la menstruación (herpes catamenial). De este modo, el virus migra desde las células gliales de los ganglios dorsales a través de las fibras nerviosas sensitivas a la región genital.

Las recurrencias clínicas se presentan en torno a un 50 % de los pacientes portadores de anticuerpos anti-VHS, generalmente a partir de los 4 meses del brote inicial, y son mucho más frecuentes en los pacientes con herpes genital por el VHS-2 que por el VHS-1. La posibilidad de recurrencia es mayor en el varón, si bien los episodios son más dolorosos en la mujer. Las manifestaciones clínicas de las recidivas son menos intensas que las que aparecen en el curso de una primoinfección (fig. 2) y la duración es menor, y en ocasiones pueden ser distintas al cuadro vesículo-ulcerativo clásico, con manifestaciones clínicas inespecíficas como irritación, edema, costras o agrietamiento.

Si bien hasta la fecha no hay una cura definitiva para la infección por el VHS, existen fundamentalmente dos estrategias terapéuticas para el manejo de las recidivas del herpes genital: tratar los brotes cuando ocurren (terapia episódica), o intentar prevenir futuros brotes (terapia supresora).

Tratamiento de los episodios
La terapia episódica se pone en práctica cuando se presentan los síntomas de un brote. Con el tratamiento de las recidivas se administra un fármaco antivírico por vía oral durante varios días, generalmente de 3 a 5, y se pretende acortar la duración del episodio e intentar aliviar los síntomas de la infección, aunque no altera la frecuencia de las recurrencias. El tratamiento ha de instaurarse, a ser posible, en el momento en que se manifiestan los pródromos o en el mismo día de aparición de las lesiones. No tiene efectos sobre los episodios subclínicos y no ha demostrado reducir el riesgo de transmisión. La terapia episódica es apropiada para personas con recidivas infrecuentes o leves, que no quieren tomar medicación a diario, que no están preocupadas por la frecuencia de las recidivas, o que no son sexualmente activas.
 
Tratamiento supresor
Este se usa si se pretende es disminuir el número de recurrencias o reducir el riesgo de transmisión del herpes genital a parejas sexuales, lo recomendable es emplear la terapia supresora. Con esta estrategia terapéutica se administra un fármaco antiviral de forma diaria con la finalidad de evitar la reactivación del virus. 

El tratamiento supresor está recomendada en pacientes con más de 6 episodios al año, pudiendo reducirlos hasta en un 70-80 %.

También se puede emplear la terapia supresora de forma intermitente, administrando el fármaco antivírico durante un tiempo limitado para reducir la probabilidad de aparición de un brote en algún periodo determinado de la vida del paciente, como en el momento del parto.

La terapia supresora es apropiada para pacientes con múltiples recidivas o recidivas graves, para pacientes que muestran mucha inquietud ante posibles recurrencias, o para pacientes preocupados por la posibilidad de transmitir la infección a parejas sexuales. Las pautas recomendadas están mencionadas en la tabla 2.
La decisión de emplear el tratamiento episódico o supresor para el manejo de las recurrencias del herpes genital requiere un consenso entre el paciente y el médico. Como consideraciones conviene destacar que la replicación del virus es más activa en las primeras 24 horas tras la aparición de las lesiones, cuando la mayoría se encuentra en fase de vesícula. Por tanto, el mejor momento para obtener un beneficio clínico de los agentes antivirales se sitúa en el breve y precoz periodo de tiempo en el que la replicación vírica predomina sobre la respuesta inmune del huésped, que también se desarrolla rápidamente. Por este motivo, la terapia antiviral debe instaurarse de forma muy precoz si se pretende obtener un máximo beneficio de la misma, y la estrategia más adecuada consistiría en instruir al paciente para que disponga de medicación y pueda así autoadministrársela lo antes posible tras empezar a notar los síntomas prodrómicos.

Tratamiento psicoterapéutico
Pronto nuestro equipo de psicólogos y sexólogos opinaran al respecto


Dr. Luis Susaníbar Napurí
Especialista en Urología y Medicina Sexual
Consultas en Jesús María y Surco.
Teléfono Urológico: 332-4009
www.urologiaperuana.com

 

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