Botox intraprostático
La toxina botulínica, conocida en nuestro medio como Botox, la hemos utilizado con gran eficacia y seguridad en el tratamiento de enfermedades vesicales como la cistitis intersticial, vejiga hiperactiva y dolor pélvico crónico. Actualmente hemos desarrollado la técnica para el tratamiento de la enfermedad prostática. Sepa usted más al respecto.
Botox intraprostático para la retención urinaria
El agrandamiento prostático conocido frecuentemente como hiperplasia prostatica benigna (HBP) se inicia a partir de los 40 años.
Los síntomas experimentados por los pacientes son diversos y entre ellos se encuentran el ardor miccional, el goteamiento, la necesidad imperiosa de ir al baño, el esfuerzo para orinar, la necesidad de levantarse (conocida como nicturia) y sobre todo la retención urinaria aguda y crónica; que muchas veces conminan al paciente al uso de sonda o catéter foley.
El diagnóstico de HBP es eminentemente clínico, si bien son necesarios en algunas ocasiones exámenes como la ecografía, el antígeno prostático específico, la uroflujometría y la cistoscopia.
Una vez realizado el diagnóstico definitivo, el tratamiento depende de varios factores como el volumen prostático, grado de retención urinaria, edad y riesgos propios de la persona.
El tratamiento medicamentoso y quirúrgico se selecciona en base a los parámetros antes mencionados, y generalmente es efectivo y seguro.
Lamentablemente, en algunos casos el tratamiento no cumple las expectativas del paciente, o por el contrario su efecto es nulo. No es infrecuente que acudan a nosotros pacientes que ya han sido medicados por diferentes especialistas, sin resultado positivo.
Es por eso que basados en la experiencia internacional, y luego de haber concurrido a centros especializados, recomendamos la inyección de BONTA como una alternativa en el tratamiento de la enfermedad prostática.
¿En qué consiste la inyeción BONTA prostático?
Consiste en inyectar en el parénquima prostático (en el medio de la próstata) sustancias que produzcan alivio de los síntomas, buscando siempre ser curativas.
¿En que se fundamenta esta técnica?
¿A quienes beneficia esta técnica?
A todo paciente con diagnóstico de Hiperplasia Próstática que no desee o no pueda ser operado.
¿Cómo se realiza el procedimiento?
Para infiltrar el medicamento utilizamos la vídeo uretrocistoscopia. Este procedimiento permite acceder a la próstata a través de la uretra, visualizándola en tiempo real y permitiendo de esta manera la inyección en el tejido prostático.
¿A quienes se recomienda el procedimiento?
Nosotros recomendamos el procedimiento a todo paciente con diagnóstico HBP que haya agotado las otras posibilidades.
También lo recomendamos en pacientes con dolor pélvico crónico y en algunos casos de cistitis.
¿A quienes no se recomienda este procedimiento?
No se recomeinda en el caso de hipersensibilidad a la toxina, presencia de tumores vesicales, o cáncer prostático, infección urinaria activa, fibrosis vesical y a personas que se hayan inyectado la toxina en los últimos tres meses.
Los síntomas experimentados por los pacientes son diversos y entre ellos se encuentran el ardor miccional, el goteamiento, la necesidad imperiosa de ir al baño, el esfuerzo para orinar, la necesidad de levantarse (conocida como nicturia) y sobre todo la retención urinaria aguda y crónica; que muchas veces conminan al paciente al uso de sonda o catéter foley.
El diagnóstico de HBP es eminentemente clínico, si bien son necesarios en algunas ocasiones exámenes como la ecografía, el antígeno prostático específico, la uroflujometría y la cistoscopia.
Una vez realizado el diagnóstico definitivo, el tratamiento depende de varios factores como el volumen prostático, grado de retención urinaria, edad y riesgos propios de la persona.
El tratamiento medicamentoso y quirúrgico se selecciona en base a los parámetros antes mencionados, y generalmente es efectivo y seguro.
Lamentablemente, en algunos casos el tratamiento no cumple las expectativas del paciente, o por el contrario su efecto es nulo. No es infrecuente que acudan a nosotros pacientes que ya han sido medicados por diferentes especialistas, sin resultado positivo.
Es por eso que basados en la experiencia internacional, y luego de haber concurrido a centros especializados, recomendamos la inyección de BONTA como una alternativa en el tratamiento de la enfermedad prostática.
¿En qué consiste la inyeción BONTA prostático?
Consiste en inyectar en el parénquima prostático (en el medio de la próstata) sustancias que produzcan alivio de los síntomas, buscando siempre ser curativas.
¿En que se fundamenta esta técnica?
Los estudios al respecto de esta técnica tienen algunos mas de 30 años, por lo que la técnica en sí no es novedosa, lo que sí son novedosos son las sustancias y los materiales empleados. La experiencia a nivel mundial garantiza su eficacia y seguridad, siendo la toxina considerada como recomendación tipo A para el tratamiento de la vejiga hiperactiva y la cistitis intesrsticial por la mayoría de asociaciones urológicas internacionales (American Urological Association, Sociedade Brasileira de Urologia, Societe Internationale d'urologie, International Urogynecological Association y Confederación Americana de Urología), a las cuales pertenecemos.
Actualmente utilizamos el BONTA para enfermedades vesicales (ver dibujo) y prostáticas con altas tasas de éxito.
Actualmente utilizamos el BONTA para enfermedades vesicales (ver dibujo) y prostáticas con altas tasas de éxito.
¿A quienes beneficia esta técnica?
A todo paciente con diagnóstico de Hiperplasia Próstática que no desee o no pueda ser operado.
¿Cómo se realiza el procedimiento?
Para infiltrar el medicamento utilizamos la vídeo uretrocistoscopia. Este procedimiento permite acceder a la próstata a través de la uretra, visualizándola en tiempo real y permitiendo de esta manera la inyección en el tejido prostático.
¿A quienes se recomienda el procedimiento?
Nosotros recomendamos el procedimiento a todo paciente con diagnóstico HBP que haya agotado las otras posibilidades.
También lo recomendamos en pacientes con dolor pélvico crónico y en algunos casos de cistitis.
¿A quienes no se recomienda este procedimiento?
No se recomeinda en el caso de hipersensibilidad a la toxina, presencia de tumores vesicales, o cáncer prostático, infección urinaria activa, fibrosis vesical y a personas que se hayan inyectado la toxina en los últimos tres meses.
¿Cuales son las ventajas del uso del BONTA?
- Permite la reducción de tejido prostático
- Es una alternativa terapéutica segura y eficaz
- El tratamiento ambulatorio
- Retorno inmediato a sus labores cotidianas
- No requiere anestesia
- No existe sangrado
Somos los primeros en el Perú en realizar esta novedosa técnica para el tratamiento de la enfermedad prostática, contando con casuística desde el año 2011.
A continuación les dejamos un vídeo explicativo
Botox intraprostático: novedosa alternativa para el tratamiento de la enfermedad prostática.
Botox intraprostático: novedosa alternativa para el tratamiento de la enfermedad prostática.